lunes, 15 de febrero de 2010

La niña que no camina..... o ella baila sola...


Cuando se tiene más de un hijo, es inevitable caer en comparaciones y estar atento a quién alcanzó primero tal o cual logro o comportamiento. En éste intento, pude percibir marcadas características de mi hija y la que más resaltó a mis ojos es que: Ella no camina, nunca caminó... ella siempre corre, brinca, salta, chapotea. Desde que se puso en pie, comenzó a correr y no paró. Es radiante, fugaz, enérgica. Sus ojos son dos destellos de alegría adornados con su rulosa cabellera que de por sí siempre anda en desórden.
Recordé también, que cuando ella era pequeña, tardaba mucho en dormir, vueltas y vueltas en la cuna y cuando se dormía, se volvía a despertar con el más mínimo ruido. El pediatra me explicó que existia un sindrome "de las piernas inquietas"... ¿Qué?!!!. Sí, justamente este síndrome que da cierta inquietud motora a algunas personas y que no les permite conciliar el sueño fácilmente. Bueno, yo nunca supe si realmente mi hija tenía ese síndrome pero si me quedé con esa frase, "las piernas inquietas", y ella es así, un huracancito que va hasta los extremos, intensa, incisiva, .. un dulce.. el más dulce.

Cuando llega la noche, ella pide una y mil veces abrazos, "abracitos, abrazo gigante, muchos abrazos". La abrazo fuerte, fuerte, ella cierra sus ojos tratando de capturar el momento en su cuerpo y luego se calma y duerme tranquila.

Algunos días aparece con un vestido, (si es muy holgado mejor), pelo suelto, descalza. Apaga casi todas las luces y ... baila.. ella baila sola.
Yo la observo desde un rincón.

miércoles, 3 de febrero de 2010

El mundo a sus pies....


Hoy conocí a una niña que a los tres años y medio no conoce la playa!!!!!!!!.. Sí, repito: no conoce la playa. Y no es que viva en una ciudad sin mar, es que sus padres consideran que es muy pequeña para exponerla a tal situación. Por supuesto así como la playa hay muchos otros lugares que aún no conoce y por ende situaciones que no sabe manejar, es como si recién se estuviera dando cuenta de que existe un mundo más allá de su casa y personas más allá de su familia.

Y me puse a pensar, sin ánimos de ser dramática, cuántas cosas lindas ya se perdió esta niña a sus cortos pero super, hiper importantes tres años?. Lo peor de todo, qué sensación tan desagradable puede tener en su alma y su cuerpito de que el mundo es un lugar peligroso? Muchas veces los padres queremos evitarles sufrimientos a nuestros hijos, remontándonos a nuestras propias malas experiencias de niñez, y esto es comprensible y totalmente natural, tratar de que ellos no pasen las cosas que para nosotros fueron desagradables, pero en este intento se cae en la exageración, en la paranoia de encerrar a los peques en burbujas de vidrio, privándolos de experiencias de aprendizaje ricas e inolvidables.

Es cierto, el mundo puede ser muchas veces un lugar peligroso, pero no por eso podemos ocultarlo, desaparecerlo. Los niños no están más seguros porque no los llevemos a la playa o no los saquemos en la noche o no vayan al parque, los niños están más seguros cuando experimentando infinitas situaciones (de acuerdo a su edad), aprenden a cuidarse, aprenden a confiar en sí mismos y a pedir ayuda cuando la necesiten.

La percepción que nosotros, como adultos, tenemos del mundo, de las personas, de nuestro país y de todo en general se traduce en nuestras actitudes, más que en nuestras palabras. Y eso es lo que los niños captan a través de sus cuerpos, de sus sensaciones.

Los niños, en su esencia más pura son confiados, abiertos y siempre están dispuestos a experimentar todo.
Conocer el mundo con lo bueno, lo bonito , lo malo, lo feo y lo más feo, se hace una aventura más exquisita si es de la mano alerta pero confiada de los propios padres. ¿Nos animamos?

lunes, 1 de febrero de 2010

Cuestión de género pues....!!!!

Hoy, mis hijos se han ido a dormir a la casa de su papá y antes de partir eché un vistazo a sus mochilas para ver qué se estaban olvidando, y fue increíble, el famoso género asomó con furia a sus cortos 5 y 6 años.

Mochila de Lucía: Vestido de fiesta, pijama, ropa interior, lentes de sol, cepillo y pasta de dientes, aretes, ganchitos, celular de juguete, 10 dvds (solo para una noche, je, je), peine, perro de peluche y un polo.

Mochila de Mateo: Uniforme de fútbol de A.L., zapatillas, medias, dos polos de manga larga (para achicharrarse, je, je), pelota, ropa interior, bata de levantarse,linterna, cuaderno y lápices de colores.

Ella esta lista y glamorosa, él, aventurero y listo para la acción.

Completé ropas, disminuí accesorios y negocié algunas cosillas con ellos.
Al final se fueron contentos, cada uno convencido de que sus mochilas nada tienen que envidiarle a Sport Billy (eso en mi mente). Y yo, me quedé pensando y asombrándome ante lo más puro de las diferencias de género. Lejos de estereotipos, roles y /o funciones que asignamos a hombre y mujer, y que sabemos y aceptamos que algunos pueden ser genéticos u otros totalmente culturales, es tan rico y tan sabio ver a los niños definirse en sus roles, ver cómo piensan y sienten, en forma diferente, algo tan simple como una noche fuera de casa.

Vayan muchachos, sus mochilas rebalsan de sueños y dulzuras de peques!!!!!!