viernes, 24 de diciembre de 2010

Navidad, Navidad!!!, Jo, Jo, Jo.


Lucía: "mamá y Jesús nace y se vuelve a meter, nace y se vuelve a meter?".

Yo: "¿Qué hija?, no te entiendo, ¿Qué quieres decir?"

Lucía: "Claro mamá, porque todos los años vuelve a nacer y vuelve a nacer pues"...

Mateo: "No Lucía!, Jesús murió en la cruz pero resucitó pues".

Yo: " Es como tu cumpleaños que lo celebramos todos los años,el día de tu nacimiento, igual es la navidad ".

Lucía: "Hmmm..... (pensando)...Mateo, El que se murió fue San José, no te acuerdas que hace unos días se nos cayó y se rompió en pedacitos?"..


(Jo, Jo, Jo!!!... Grrrrr.. mi San José Chulucanas ta parchao!!!)

jueves, 25 de noviembre de 2010

Palabritas

Lucía: "!Mamá, mamá, no puedes decir computadora¡".
Yo: "¿Por qué hija?"
Lucía. "Porque es una mala palabra mamá, escucha: Com.... PUTA.... dora!!!!.



Lucía: "Mamá, ya sé porqué te pusieron Marcela"
Yo: "¿Por qué hijita?"
Lucía: "Porque Mar viene del mar, grande y bello como tú y cela
porque te gusta la chela pues, ji, ji"


Sin comentarios....

Oportunidad de desarrollo.


Lucía fué a pasar la tarde a casa de una amiga del cole. Cuando llego a recogerla el papá de la amiga me pregunta: ¿Lucía sabe manejar bici sin rueditas?. Le respondo: "No, su bici aún tiene rueditas", a lo que él agrega, "Pues sí sabe, mira las fotos". Y pasó a contarme que Lucía se animó a manejar la bici sin ruedas y bastó un solo empujoncito y ella salió despavorida cual torpedo manejando sin ruedas, felíz, rauda y veloz (el papá de la amiga se mandó su buen trote). Lucía estaba radiante y feliz (más tarde se puso chinchosa cuando le refregó al hermano que él aún tenía rueditas en la bici y ella ya no las necesitaría más, jo, jo, lete!!). Inmediatamente vino a mi una sensación extraña, entre sentirme medio ganza, temerosa y mamá gallina. Esa misma sensación la tuve cuando el papá de mis hijos sacó por primera vez el boogie y sentó a Mateo al año de edad en el famoso carrito, en contra de mis deseos y entre mi cara de histeria total (yo pensaba que Mateo caería y se desnucaría, plop!). Mateo se sentó y fue el niño más felíz del mundo sentado en su carrito, que yo sepa nunca se cayó y mucho menos se desnucó, pero yo moría de miedo.
De allí, y recordando hoy con el tema de la bici, me surgió esta fracesita de Oportunidad de desarrollo, poniéndome a pensar en todas aquellas situaciones que podrían generar nuevos aprendizajes o favorecer la maduración o enriquecer la experiencia de nuestros hijos y que no se dan( o se dan tarde) simplemente porque muchas veces no los "ponemos" en tal situación por temor o porque simplemente no se nos ocurre.
Parecería algo demasiado simple, pero a cada momento se presentan oportunidades de desarrollo para los niños y si no las tomamos pueden pasar por el lado y no darnos cuenta y perdernos de valiosos aprendizajes para los que los chicos YA ESTABAN PREPARADOS, solo que no lo vimos en su momento.

Me pasó y me pasa a cada momento, cuando dejé que Mateo saltará del cuarto, quinto, sexto escalón de la escalera.. Oh por Dios... lo hizo!!!, Cuando lo envié al cine con sus amigos y una mamá y se fué casi temblando y regresó más que felíz y orgulloso de sí mismo, o cuando le puse una trucha con cabeza y todo en el plato y se la comió enterita.. yo pensaba que no la hacía.

A veces, muchas veces nuestros propios temores hacen que tardemos mucho en "exponer", en forma positiva, a nuestros hijos a las cosas de la vida, sin darnos cuenta que ellos mismos claman por siempre ir más allá.. un pasito pa delante....

viernes, 5 de noviembre de 2010

Máximas III

Jugando Bingo:

Mateo: "Mamá qué es una quina?".
Yo: "Es cuando completas una linea horizontal o vertical, entonces ganas".
Mateo: "Ah y gano un premio?".
Yo: "Claro hijo, gritas bien fuerte Quiinaaa!!! para que sepan que ganaste".
Mateo: "Ah ya.. y puedo gritar: Quiiinaaaaa Maallpaarrrtiidaaaa!!!?"

Ja, ja!!

(grita lo que quieras hijo).

Dialogos bajitos

Lucia y Maria (amiga del cole) a la hora de la cena.

María: "Hoy me voy a dormir a la casa de mi papá".
Yo: "¿Tus papás están separados?".
María: "Sí".
Lucía: "Copiona mis papás también están separados".
María: " Pero yo tengo padrastro".
Lucía: "Yo tengo madrastra, la esposa de mi papá".
Yo: "Lucía, es la enamorada de tu papá, aún no se han casado".
Lucía: "Noooo, yo no quiero que se casen porque si se casa mi papá, me quedo sin papá y si mi mamá se casa me voy a quedar sin mamá y entonces me quedo sin familia".
María: "Pero no importa si te quedas sin familia te puedes donar a la mía, mi mamá siempre quiso dos mujeres xq mi hermano mayor es insoportable".
Lucía: "Hmmm.. no, yo quiero a mi familia".

jueves, 28 de octubre de 2010

Escenas II

Lucía y Mateo jugando al doctor:

Lucía: " A ver señor qué le está doliendo?
Mateo: "Aquí, la barriga y la garganta".
Lucía: "Hmmm.. no tiene fiebre.. hmmm"
"No tiene Varicela, hmmm..."
" Tampoco tiene vuvuzela".

Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaa....

Mateo y la Lluvia:

Mateo: "Mamá y cómo llueve en Cusco?"
Yo: "Uy hijo, espectacular, no sabes, cae muchísima agua del cielo"
Mateo: "¿Mucha agua mamá, más que aquí?"
Yo: "Claro hijo, es como si estuvieras debajo de la ducha, te mojas todito".
Mateo: "hmmm, mamá: y el agua también cae calientita como la ducha?"

Plop!!!!

miércoles, 21 de julio de 2010

7 veces siete!!!


Mi pequeño hijo cumplió siete años y cambió.. cambió sí, cambió, de la noche a la mañana creció. Más que los milimetros que día a día se mide en la pared, algo pasó en él. Hace unos meses andava confundido, remedos de pataletas, ánimos exaltados, agresiones contenidas. Casi, casi creo que fue el retroceso( el tomar viada) para un gran salto. Hoy encontró de nuevo la calma y sentí con penita que algo había quedado en el ayer, mi pequeño niño no acepta más que lo cargue (es más a veces ni puedo), tuve que medir mis besos efusivos a la hora de dejarlo en el cole ante sus: "ayyy mamáaa", el pudor saltó dando alaridos y ni qué decir de la delimitación de sus espacios. Lo observo con calma ensimismado en un libro o desatado pateando cualquier remedo de pelota. Me contengo para no interrumpirlo, para no meterme en su mundo solo cuando él me llama.
Felizmente y para suerte de los dos, tarde en la noche, cuando ya nadie lo vé, me llama a su cama, casi como un secreto y me pide que lo abrace fuerte, se engrie, se enternece y duerme tranquilo. Sus rezagos de inocencia afloran y viene a mi memoria aquella frase tan escuchada y poco creída: "dusfrútalo mientras es pequeño"...